Somos mediación del Señor que sigue llamando. Generamos cultura vocacional, unas actitudes, un ambiente rico en valores y propuestas que favorezcan la escucha de las distintas llamadas del Señor y la respuesta a ellas, desde una formación discipular dirigida a la configuración con Cristo.

La dimensión vocacional es constitutiva de la identidad cristiana y del proceso de educación de la fe.

La acción pastoral debe conducir a todos a identificarse con la voluntad y el designio de Dios, desde el discernimiento de sus propios dones y de las necesidades del mundo y de la Iglesia, acompañando a la elección entre los distintos estados de vida. Sitúa ante el Evangelio, por ello, favorece distintas respuestas de radicalidad en el seguimiento del Señor, nuevas formas comunitarias, experiencias de espiritualidad, nuevas estructuras de integración en la Iglesia.